A Rafa León, in memoriam
Temprano madrugaste, amigo eterno; la pena se me agolpa en la escritura. Estoy triste por mí, tú en tu aventura: sin peso, sin medida y sin gobierno.
Este lugar sin ti, aún más infierno será de lo que es. Tú diste altura a este guiso de locos. Más oscura será la avanzadilla del invierno.
La respuesta a estos versos ya no espero, pero aguardo una seña, una mirada, unas migas de pan para el viajero.
Una cruz en un campo de cebada sugiero con sonrisa, compañero del alma, compañero y luego Nada.