Me quedé estando en mí, no fue una huida,
no fue una rendición, no fue egoísmo,
alguno sabrá ya de este bautismo
que el manto del silencio nutre y cuida.
Yo nunca estuve sola, estuve unida.
¡Soledad!: abandono de uno mismo,
cauce sin solución donde el abismo
presenta un 1 falso y en caída.
Yo nunca estuve sola en este nido,
anduve silenciosa y satisfecha
hilando tiempo y verbo sin sonido;
cultivo de la fe que en justa fecha
cosecha de la fe dio, el prometido
fundó en el blanco el blanco con su flecha.